Capítulo 3
Después
del relato del Consejo de Sabios, en aquel lejano país, las perspectivas de los
Ciudadanos pacientes empezaron a cambiar. A pesar de la oscuridad en la que se
hallaban inmersos por culpa de la Maldición oscura "crisis
económica", lograron ver con más claridad las verdaderas intenciones del
Gobierno malvado, escondidas tras la construcción del Faro apodado como
"privatización sanitaria".
El
Gobierno malvado, pretendía en realidad introducir el mercado en el Sistema Sanitario
mediante la compraventa de la asistencia y abrir espacio a los seguros privados
de salud, que en aquel lejano país apenas daban cobertura al 13% de la
población, en comparación con el cercano país galo, donde daban cobertura a un
96% de la población.
Dado
que el Sistema Sanitario Público, pretendiendo ser universal y equitativo,
tendía al déficit económico, y a sabiendas que todos los Ciudadanos pacientes
algún día necesitarán asistencia sanitaria, no sólo el Gobierno malvado, sino
también muchas empresas públicas, vieron en la sanidad un negocio generador de
beneficio: el mercado de la salud.
De este
mercado, se pretendía extraer la máxima rentabilidad económica, bajo la presión
de los que contrataban a las empresas privadas, lo cual supondría una reducción
lo más amplia posible del costo para aumentar los ingresos. Así, la inevitable
confrontación entre rentabilidad económica y los beneficios en salud, podría
acabar actuando en detrimento de los resultados en salud, sobre todo para
aquellas enfermedades con una baja rentabilidad económica como es el caso de las
enfermedades crónicas tan frecuentes en aquel lejano país.
Se
supo además, que la construcción de aquel Faro, estaba siendo promovida por enormes Monstruos; organizaciones, quienes
espantadas y asustadas por el estallido de la burbuja inmobiliaria y financiera
en sus rostros, vieron en ello la oportunidad de disponer de los fondos
destinados a la salud dentro de cada país, algunos de estos personajes del
cuento fueron el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.
Los
Ciudadanos pacientes eran conscientes de que parecía imposible separar
excelencia médica de excelencia empresarial, pero entendiendo esta relación
como el compromiso por parte de todo clínico al considerarse como un gestor
sanitario y de todo gestor al verse como clínico y sólo así, gestión sanitaria
y práctica profesional podrían complementarse y no llevarse a cabo como
actividades antónimas.
Así,
la construcción del Faro se había
frenado, pero ¿qué podía hacer aquel país para arrojar algo de luz en el seno
de la Maldición oscura?
YUYI
Después
del relato del Consejo de Sabios, en aquel lejano país, las perspectivas de los
Ciudadanos pacientes empezaron a cambiar. A pesar de la oscuridad en la que se
hallaban inmersos por culpa de la Maldición oscura "crisis
económica", lograron ver con más claridad las verdaderas intenciones del
Gobierno malvado, escondidas tras la construcción del Faro apodado como
"privatización sanitaria".
El
Gobierno malvado, pretendía en realidad introducir el mercado en el Sistema Sanitario
mediante la compraventa de la asistencia y abrir espacio a los seguros privados
de salud, que en aquel lejano país apenas daban cobertura al 13% de la
población, en comparación con el cercano país galo, donde daban cobertura a un
96% de la población.
Dado
que el Sistema Sanitario Público, pretendiendo ser universal y equitativo,
tendía al déficit económico, y a sabiendas que todos los Ciudadanos pacientes
algún día necesitarán asistencia sanitaria, no sólo el Gobierno malvado, sino
también muchas empresas públicas, vieron en la sanidad un negocio generador de
beneficio: el mercado de la salud.
De este
mercado, se pretendía extraer la máxima rentabilidad económica, bajo la presión
de los que contrataban a las empresas privadas, lo cual supondría una reducción
lo más amplia posible del costo para aumentar los ingresos. Así, la inevitable
confrontación entre rentabilidad económica y los beneficios en salud, podría
acabar actuando en detrimento de los resultados en salud, sobre todo para
aquellas enfermedades con una baja rentabilidad económica como es el caso de las
enfermedades crónicas tan frecuentes en aquel lejano país.
Se
supo además, que la construcción de aquel Faro, estaba siendo promovida por enormes Monstruos; organizaciones, quienes
espantadas y asustadas por el estallido de la burbuja inmobiliaria y financiera
en sus rostros, vieron en ello la oportunidad de disponer de los fondos
destinados a la salud dentro de cada país, algunos de estos personajes del
cuento fueron el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.
Los
Ciudadanos pacientes eran conscientes de que parecía imposible separar
excelencia médica de excelencia empresarial, pero entendiendo esta relación
como el compromiso por parte de todo clínico al considerarse como un gestor
sanitario y de todo gestor al verse como clínico y sólo así, gestión sanitaria
y práctica profesional podrían complementarse y no llevarse a cabo como
actividades antónimas.
YUYI
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