viernes, 28 de marzo de 2014

Un poco desde otro continente


Sabemos que el gasto en sanidad supone un gasto muy alto para todos los países pobres, no tan pobres, ricos y los no tan ricos, este gasto alto en sanidad ha llevado a muchos países a plantear reformas en el sector sanitario y varios están optando por la privatización de algunos servicios o áreas del sector salud. Perú es uno de estos países en los cuales se plantea la privatización como alternativa para “mejorar la gestión del sector sanitario”.
A pesar que las evidencias demuestran que una gestión privada no es mejor que la gestión pública en varios aspectos las "corrientes privatizadoras" siguen su curso, pero en esta ocasión no pienso confrontar una con la otra, si no, deseo manifestar mi incomodidad por el hecho que si conocemos las desventajas de la privatización de los servicios sanitarios no se estén tomando en cuenta en el Perú y el estado siga avanzando con estas medidas. El estado peruano invierte sólo el 4.8% del PBI en salud menos de la mitad de lo que invierte Cuba y muy por debajo de los países de la región pero sin embargo nos venden dicen que es uno de los que más crece, lo comparan con Brasil y China, es verdad que está creciendo pero ese crecimiento no está cerrando las desigualdades, seguimos siendo uno de los países con mayor desigualdad en Latino-américa y en salud menos. Bajo este marco el estado está apuntando la reforma del sector salud hacia la privatización existiendo evidencia que la privatización de la sanidad lo que ocasiona es una disminución de la cobertura, disminuye el acceso a los servicios, más aun en un país donde el gasto de bolsillo para el año 2013 fue de aproximadamente 40% del gasto en salud. Luego está la falta de transparencia de los procesos, el marco legal que se viene evaluando no define cuales son los servicios o áreas que se piensan privatizar, no está definido si el MINSA (Ministerio de Salud) dará en concesión la gestión clínica, la administración de algunos hospitales o todo. ¿En un sistema tan fragmentado como el peruano es la privatización una salida oportuna?. Esta pregunta claro que no tiene respuesta correcta ni exacta (por ahora) pero los escasos estudios que existen advierten que no sería la mejor salida en sistemas tan fragmentados como el peruano.
La manera como se está orientando el futuro del sector salud en Perú está poco orientada a la universalidad y la equidad.

Un error grave que está cometiendo el MINSA y EsSalud es el no haber definido con precisión cuales son los servicios que deben de ofertar las empresas, esto deja demasiado espacio de juego para las empresas pudiendo ofertar los servicios que ellas deseen, pero sin una visión objetiva de la necesidad o ajustada a la realidad de la población, igual de peligroso, o quizás peor, es el hecho que las empresas creen packs de servicios muy básicos sobre todo en zonas rurales que no lleguen a cubrir las necesidades reales de la población. Sin un marco normativo rígido, específico y sustentado el control será una batalla perdida, incluso antes de comenzarla. 

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