Sabemos que el gasto en sanidad supone un gasto
muy alto para todos los países pobres, no tan pobres, ricos y los no tan ricos, este
gasto alto en sanidad ha llevado a muchos países a plantear reformas en el
sector sanitario y varios están optando por la privatización de algunos
servicios o áreas del sector salud. Perú es uno de estos países en los cuales
se plantea la privatización como alternativa para “mejorar la gestión del
sector sanitario”.
A pesar que las evidencias demuestran que
una gestión privada no es mejor que la gestión pública en varios aspectos las "corrientes privatizadoras" siguen su curso, pero en esta ocasión no pienso
confrontar una con la otra, si no, deseo manifestar mi incomodidad por el hecho que
si conocemos las desventajas de la privatización de los servicios sanitarios no
se estén tomando en cuenta en el Perú y el estado siga avanzando con estas
medidas. El estado peruano invierte sólo el 4.8% del PBI en salud menos de la
mitad de lo que invierte Cuba y muy por debajo de los países de la región pero
sin embargo nos venden dicen que es uno de los que más crece, lo comparan con
Brasil y China, es verdad que está creciendo pero ese crecimiento no está
cerrando las desigualdades, seguimos siendo uno de los países con mayor
desigualdad en Latino-américa y en salud menos. Bajo este marco el estado está
apuntando la reforma del sector salud hacia la privatización existiendo
evidencia que la privatización de la sanidad lo que ocasiona es una disminución
de la cobertura, disminuye el acceso a los servicios, más aun en un país donde
el gasto de bolsillo para el año 2013 fue de aproximadamente 40% del gasto en salud.
Luego está la falta de transparencia de los procesos, el marco legal que se
viene evaluando no define cuales son los servicios o áreas que se piensan
privatizar, no está definido si el MINSA (Ministerio de Salud) dará en concesión
la gestión clínica, la administración de algunos hospitales o todo. ¿En un
sistema tan fragmentado como el peruano es la privatización una salida
oportuna?. Esta pregunta claro que no tiene respuesta correcta ni exacta (por ahora) pero
los escasos estudios que existen advierten que no sería la mejor salida en
sistemas tan fragmentados como el peruano.
La manera como se está orientando el futuro del
sector salud en Perú está poco orientada a la universalidad y la equidad.
Un error grave que está cometiendo el MINSA y EsSalud es el no haber definido con precisión cuales son los servicios que
deben de ofertar las empresas, esto deja demasiado espacio de juego para las
empresas pudiendo ofertar los servicios que ellas deseen, pero sin una visión
objetiva de la necesidad o ajustada a la realidad de la población, igual de
peligroso, o quizás peor, es el hecho que las empresas creen packs de servicios
muy básicos sobre todo en zonas rurales que no lleguen a cubrir las necesidades
reales de la población. Sin un marco normativo rígido, específico y sustentado
el control será una batalla perdida, incluso antes de comenzarla.
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